Creación grupos de ayuda mutua y autoayuda. Esa tarea es la que hemos realizamos gracias a la financiación de la Consellería de Sanidad Universal y Salud Pública de la Generalitat Valenciana.
Hemos puesto en marcha esta iniciativa con el objetivo de promover la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual con patologías crónicas asociadas y la de sus familias en sus distintas dimensiones.
El confinamiento derivado de esta crisis sanitaria del COVID, ha tenido un fuerte impacto en la vida diaria tanto de las personas usuarias como de sus familias. El aislamiento nos ha obligado a suspender tanto las visitas a los servicios de familiares, amigos, voluntarios, etc. como las salidas a la comunidad y las salidas al domicilio familiar durante los fines de semana. Las posibilidades de relaciones sociales se han dado exclusivamente entre personas usuarias y profesionales. La prohibición de las salidas a la comunidad ha reducido también las opciones de actividades, quedado éstas reducidas a los espacios de vida de los servicios. Esta situación ha impactado en el estado de ánimo de muchas de las personas usuarias, con el incremento de la desmotivación, aparición de síntomas compatibles con la depresión, irascibilidad, problemas de convivencia, etc.
Este escenario ha permitido poner en valor la importancia de las redes de apoyo en todos los contextos. Hemos podido comprobar como la construcción de una red de apoyo es clave para que tanto individual como colectivamente nos sintamos unidos y fortalecidos.
Se trata pues de generar espacios de escucha activa, donde se aprecia y respeta a la persona y se respeta la experiencia, el conocimiento y la sabiduría del grupo. Es un proceso de escucha y aprendizaje, en la que un grupo de personas vinculadas a la persona con discapacidad, se comprometen con ella, y buscan juntos la mejor manera de vivir una vida significativa y feliz, tanto en el momento presente como en el futuro. Se trata de conversar y comprometerse con la vida de las personas.
Las líneas de actuación son:
- Aplicar la metodología de la planificación centrada en la persona para generar grupos de apoyo en torno al paciente y su familia.
- Establecer espacios de encuentro en los que puedan participar personas afectadas para contribuir al apoyo entre iguales
- Establecer espacios de encuentro en los que puedan participar familias afectadas por la misma problemática en las que puedan compartir sus experiencias y generar vínculos de solidaridad.
- Proporcionar ayuda específica para poder superar las dificultades que se han presentado en la vida de las personas como consecuencia de la crisis derivada del COVID 19
- Trabajar en las sesiones de grupos de acompañamiento sobre el perfil de capacidades de las personas afectadas y de las familias.
- Orientar a las familias a encontrar soluciones y a ser conscientes de sus capacidades y recursos individuales.
- Informar y orientar a las personas afectadas y a sus familiares sobre las posibles opciones para poder afrontar la problemática que les afecta.
- Mantener contacto con las entidades especializadas en el ámbito de la salud para poder trabajar conjuntamente en la orientación hacia las mejores soluciones.
- Utilizar la metodología de la Planificación por Adelantado para las personas que se encuentran en una situación terminal.
- Ofrecer apoyo emocional a las personas que tienen afrontar la etapa final de la vida
- Ofrecer una respuesta multidisciplinar a cada situación de manera que se pueda valorar cada caso desde diferentes perspectivas y al mismo tiempo ampliar las posibles respuestas.
- Ofrecer a cada problemática una actuación organizada y coordinada que permita responder eficientemente al problema.
Para ello contamos con un equipo de profesionales multidisciplinar, compuesto po r
- Una Trabajadora Social
- Dos enfermeros
- Tres psicólogos
- Cinco responsables de unidades funcionales
- Personal de atención directa
Y toda esta labor apoya personas con las siguientes característicias:
un programa gracias a
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