Sin categoría

Toda inclusión pasa por la comunidad, por las relaciones, por interactuar con aquello que nos rodea y sus personas. La necesidad de ir cambiando de modelo residencial para las personas con discapacidad intelectual es de las grandes lecciones que la pandemia nos ha dejado. Apostar por núcleos de convivencia más pequeños, por estar incluidos en los barrios, en las ciudades, en los núcleos de convivencia.

Fruto de esa intención, San Rafael dispone en la actualidad de dos viviendas con apoyos para siete personas cada uno, en el casco antiguo de Alicante y desde el año 2018 viene desarrollando un proyecto piloto de atención de día en la comunidad en el barrio de Benisaudet con ocho plazas y que ha recibido el reconocimiento de Buenas Prácticas por parte de Plena Inclusión.

Las viviendas con apoyos están concertadas con la Consellería de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat Valenciana y «Fem Comunitat» es la propuesta que explicamos en un post anterior y que cuenta con el apoyo de la Fundación Bancaja – CaixaBank en su 7ª convocatoria CAPACES.

La vocación de hacer comunidad supone realizar simultáneamente varias líneas de trabajo:

• Conocimiento profundo de las personas beneficiarias, sus metas, fortalezas personales y su capital social.
• Diagnóstico comunitario de los barrios de Benisaudet y Centro Histórico de Alicante para conocer cómo son sus lugares, posibilidades, espacios, organizaciones, proyectos, personas significativas, etc.
• Participación de las personas con discapacidad intelectual en su comunidad natural.
• Establecimiento de alianzas significativas y sostenibles entre las personas beneficiarias y los barrios

Las acciones en la comunidad son fruto de una reflexión compartida sobre los gustos de cada persona y de un conocimiento de las posibilidad que nos ofrece el barrio. Para ello estamos colaborando con el programa «construye comunidad» de Plena Inclusión. En este video te mostramos como empezamos la puesta en común.